En el corregimiento de Malagana, en Mahates, se estaba originando el último caso de trata de personas que ha sido denunciado a las autoridades locales. Cansada de los abusos, una mujer acudió a la Defensoría del Pueblo en busca de ayuda. Dijo que la estaban explotando sexualmente.
De esta forma, esta mujer pasó a hacer parte de las seis personas que desde 2014 se han atrevido a denunciar que son víctimas del delito de trata de personas en Cartagena y Bolívar, y reciben acompañamiento del Comité Unificado contra la Trata de Personas.
No obstante, el mismo Comité tiene claro que la cifra de víctimas de este delito es muy superior a la que hasta ahora consolidan, ya que en muchos casos hay quienes no se percatan que son víctimas o incluso victimarios de trata de personas.
“Vemos que la estadística va por un lado y la realidad por otra. Que hayan seis casos registrados en Cartagena no necesariamente quiere decir que el delito se está dando en baja proporción en la ciudad. Si bien es cierto que es uno de los flagelos más rentables a nivel mundial, también es cierto que hay un gran desconocimiento en la comunidad de lo que significa. Por eso, buscamos que se sepa qué es la trata de personas, se pueda identificar y se denuncie”, advierte Óscar Robledo, coordinador de Derechos Humanos de la Gobernación de Bolívar.
“Estamos en una ciudad turística donde estas redes criminales creen que pueden venir a explotar personas desde distintas modalidades. Es un peligro latente y es el trabajo que queremos hacer para que Cartagena sea efectivamente una ciudad turística donde sean aprovechadas sus playas, sus murallas y demás sitios de referencia, y no nuestros niños, adolescentes o cualquier persona para hacerla víctima de trata”, mencionó Armely García, coordinadora de Derechos Humanos de la Alcaldía.
La Gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena hacen parte del Comité Unificado. En él también están la Policía, Migración Colombia, Armada Nacional, Fiscalía, Bienestar Familiar, Defensoría del Pueblo y varias instituciones de educación superior.
Hoy 30 de julio es la fecha designada por la Organización de las Naciones Unidas como el Día Mundial contra la Trata de Personas, con el propósito de “concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y promocionar y proteger sus derechos”. Este año, el Comité Unificado conmemorará la fecha con una carrera atlética de 5 kilómetros para llamar la atención frente a este delito. La carrera se inicia a las 7 a. m. en la Plaza de la Aduana, en el Centro Histórico.
CUALQUIERA PUEDE SER VÍCTIMA
Como captación, traslado y sometimiento de personas con fines de explotación se define la trata de personas, y esta no solo es de tipo sexual, como generalmente se asocia, sino que además hay otras modalidades: explotación laboral, reclutamiento forzado, extracción de órganos y matrimonio servil.
Armely García explicó que la trata puede ser externa o interna. “Es externa cuando esa captación y sometimiento se da en un país diferente al de la víctima, es decir, es trasladada a otro lugar a ser explotada. Y es interna cuando ocurre en del país de la víctima, de la ciudad o incluso dentro de su barrio”.
Sobre los seis casos conocidos por el Comité, todos obedecieron a explotación sexual y en uno solo la víctima fue un hombre. Y así como en esos casos se referenció victimarios nacionales, también hubo extranjeros. “De los pocos casos que nos han denunciado han sido trata interna, pero también hemos sido receptores de víctimas explotadas en países vecinos”, agregó.
Respecto a la masiva llegada de venezolanos a la ciudad, los funcionarios reconocieron que esta población es vulnerable a este delito, sin embargo, hasta el momento no han confirmado casos en el que un ciudadano venezolano sea víctima de trata de personas.
“Este delito no tiene estrato social, cualquier persona puede ser víctima, pero sí hay caldos de cultivo para que el delito prolifere. Por ejemplo, las zonas de miseria o de pobreza se pueden convertir en unas muy vulnerables para que las redes de criminales acojan a niños y mujeres para explotarlos. Este delito es tan complicado de conocer que hay gente que es víctima de trata y ni lo sabe. Tenemos que quitarnos el tabú de que la trata de personas solo es que se llevan a una persona para explotarla sexualmente en el extranjero”, mencionó Óscar Robledo.
García y Robledo recordaron que en Cartagena y municipios de Bolívar se conocen hechos sobre los que hubo o hay sospechas de tener relación con este delito. Destacaron el ocurrido en Barú en 2014, donde hallaron en una fiesta a varios menores que serían inducidos a la prostitución; también el caso de Karen Dayana Lambraño, desaparecida desde 2014 en Mompox; y frecuentes casos de menores separados de su familias de escasos recursos al ofrecerles vivienda y comida, a cambio de trabajo doméstico.
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