La Corporación Asociación Vecinos de Manga (Asomanga) recurre a la Personería Distrital para que interprete el sentir de esta comunidad, la cual se siente prisionera de la zozobra por los desmanes recurrentes provocados por desadaptados sociales cuando hay funerales en el Cementerio Santa Cruz, procedentes de barrios populares.
En carta enviada al personero auxiliar Alfredo Castillo, Asomanga le expone la situación en procura de que esa entidad adscrita al Ministerio Público, interceda ante la Gobierno Distrital para que determine el cierre del Cementerio a los sepelios (Lea: Vecinos piden cierre inmediato del Cementerio Santa Cruz de Manga).
El oficio fue remitido luego del debate realizado el lunes 12 de agosto por la Junta Administradora Local de la Zona 1, donde no solo la comunidad, también los ediles y el alcalde de la Localidad 1, Mauricio Betancourt, manifestaron su preocupación por el tema coincidiendo en que lo mejor es prohibir definitivamente los sepelios en el mencionado camposanto.
De aquella relevancia arquitectónica que le permitiera al Cementerio Santa Cruz de Manga ser un patrimonio de la ciudad, con una historia que data de 1824, cuando empezó a funcionar, muy poco queda “debido a la falta de voluntad política para preservar este lugar histórico”, reseña la carta enviada al personero.
“Estas instalaciones en el estado en que se encuentran ahora no cumplen con nada de la reglamentación para los cementerios de Colombia, ni con las leyes de protección del medio ambiente”, precisa Asomanga.
Hace referencia a la Resolución 5194 de 2010 emitida por el entonces Ministerio de Protección Social, que reglamenta la prestación de los servicios de cementerios, y en particular sobre las áreas requeridas por todo camposanto para sus distintas funciones, de lo cual nada tiene el Cementerio de Manga.
Para la asociación vecinal son numerosos los detalles “del inoperante estado en que se encuentra el Cementerio de Manga, que además no cuenta con personal calificado para sus operaciones, ni existe un reglamento interno, tampoco un programa de control a redores y plagas”, pero a todas estas precisiones, lo más preocupante es la inseguridad que se genera con los funerales que llegan de otros barrios de Cartagena (Lea: No hay paz para vecinos del Cementerio de Manga).
“La intervención de la Personería es definitiva para la decisión que deberá tomar el alcalde mayor, de cerrar el Cementerio de Manga por ser medioambiental y sanitariamente inoperante, y por no contar con las debidas adecuaciones y locativas, y en especial por la inseguridad que se genera con los entierros populares en este lugar”, concluye el oficio firmado por Julio Romero Alandete, secretario de Asomanga.
SOLICITUD AL ACALDE MAYOR
También en una carta remitida directamente al alcalde Dionisio Vélez Trujillo el lunes pasado, Asomanga le pide al mandatario permitirle a la dirigencia cívica del barrio contribuir con probables soluciones para resolver los problemas de riesgo e inseguridad que se vienen suscitando durante los sepelios populares de otros barrios y el manejo general de las instalaciones del cementerio, “hoy en abandono y descuido”.
Le piden al alcalde Vélez la oportunidad de sostener una reunión con él, puesto que “deseamos participar en el control de las instalaciones generales del cementerio, y podría ser mediante el nombramiento de nuestra parte, de una veeduría ciudadana que participe en las reuniones para la búsqueda de soluciones al problema planteado”, concluye el organismo de representación ciudadana (Lea: Disturbios y capturas en sepelio de joven asesinado).
HARÁN INSPECCIÓN
El próximo 31 de agosto personal del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) y de la ONG suiza CDKM harán una inspección al Cementerio Santa Cruz de Manga, para determinar su estado real en materia sanitaria y patrimonial.
Posteriormente elaborarán un informe sobre el lugar, para ser enviado al alcalde Dionisio Vélez, con propósitos resolutivos.
La academia acompañará esta actividad con las universidades del Sinú, Tecnológico Comfenalco, San Buenaventura y Unicolombo.
La actividad es coordinada por Asomanga y Fedevecinos.
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