Firmado el acto administrativo que ordena el cierre de 1,1 kilómetros de Playa Blanca, la Alcaldía y las autoridades locales tienen 25 días para ejecutar un plan de acción que identifique y planifique las medidas necesarias para atender la situación ambiental, económica y social de esta zona. Teniendo en cuenta la Resolución 0774 del 10 de mayo de 2018 que emitió el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Esta medida, que se aplicaría desde los próximos días de manera paulatina hasta noviembre, busca principalmente la anidación de tortugas carey. También tiene como objetivo restaurar los ecosistemas de fauna y flora de Playa Blanca, que se han afectado por el turismo desmedido.
“Es una medida preventiva, que no tiene recurso y es de obligatorio cumplimiento. Hay 3 kilómetros de playa, activo ambiental del país, allí tenemos la anidación de tortugas carey que está en estado crítico de extinción en todo el mundo y no podemos permitir quitarles el lugar”, aseguró Luis Guillermo Murillo, ministro de Ambiente.
Según el ministerio, la decisión de cerrar una parte de la playa por fases y priorizando las zonas de la anidación de tortugas, se dio tras recomendaciones operativas, en consideración de la Alcaldía y la fuerza pública.
El martes el ministro, Alcalde de Cartagena, fuerza pública, Cardique y Parques Nacionales se reunirán para definir la secuencia del cierre.
“Tiene que estar cerrada para la temporada de mitad de año, porque la hemos mantenido abierta durante mucho tiempo. Hay invasión de servicio público, problemas de vertimientos, hemos destruido ese ecosistema prácticamente”, destacó el ministro.
Se iniciarán mesas de trabajo
El alcalde de Cartagena, Antonio Quinto Guerra, manifestó que hasta hace dos días conoció el acto administrativo que ordenaba la medida y por eso mostró públicamente su desacuerdo. Luego de recibir una delegación del ministerio, concertaron establecer el plazo de 30 días para socializar la medida con la comunidad.
“Solo hasta la noche de ayer -martes- recibí, de manera informal, una resolución que a la fecha no está publicada en el diario oficial, forma en la que se da a conocer un acto administrativo. Contra este acto no procede ningún recurso, que es de obligatorio cumplimiento, pero a partir de la fecha que se publique”, resaltó el mandatario.
El jueves de la otra semana la Alcaldía iniciará las mesas de trabajo con la comunidad de Playa Blanca, para dar solución a su trabajo y el uso del bien público.
“Tenemos el mejor de los propósitos, somos respetuosos de las decisiones administrativas, pero también exigimos que el régimen de competencia sea respetado”, detalló Guerra.
“No hay control”
Pese a que en esta temporada la prioridad es la reproducción de las tortugas carey, Playa Blanca tiene problemas de fondo que las autoridades locales no han vigilado, ni controlado.
El ambientalista Jorge Salgado indicó que cuando las zonas colapsan hay que tomar estas medidas. Teniendo en cuenta que Playa Blanca está desbordada en su capacidad ambiental, porque, según estudios, recibe tres veces más de su capacidad de carga permitida, que es 3.124 personas.
“Es importante para el ecosistema porque hay un turismo descontrolado y desmedido. Cerrar esa zona es trabajar en una restauración ambiental con políticas de control para conservar y proteger el ecosistema”, explicó Salgado.
De acuerdo a un estudio realizado por Parques Nacionales, diariamente Playa Blanca recibe hasta 12 mil personas en temporada alta, lo que representa casi 48 mil personas al mes. Esto, sumado al vertimiento de aguas residuales de hoteles y comercios, el desecho de residuos sólidos, las cocinas improvisadas, la falta de servicios públicos y el aumento de lanchas, motos acuáticas y barcos, ha deteriorado el ecosistema, entre ellos el de las tortugas.
El ambientalista especificó que, por ejemplo, el color cristalino de la bahía de Cartagena cambia cuando baja el nivel del Canal del Dique pero en Playa Blanca cambió por efectos antropogénicos, es decir, solo del hombre.
Aunque no tiene cifras específicas de la reducción de corales, presume que en los últimos cinco años disminuyó un 15 %.
“Hay un fenómeno que está afectando los corales y es el de blanqueamiento, cuando cambia el Ph del agua. La falta de baños públicos hace que las personas orinen en las aguas, por eso hay cambios físico - químicos en los corales”, detalló el ambientalista.
Los corales se blanquean por un debilitamiento, traducidos a una decoloración, provocados por aumento de temperatura del agua. Los arrecifes se recuperan si el agua vuelve a su temperatura, pero se mueren si el fenómeno persiste.
Para Jorge sería ideal establecer un sistema que contabilice las personas que ingresan a la playa y, si hay un peaje, que los dineros sean usados para invertir en la zona.
Recordemos, que después de la inauguración del puente que une a la isla con Pasacaballos, Parques Naturales lideró la propuesta de un peaje que permitiera contabilizar a los bañistas y generar recursos para la zona, sin embargo, la propuesta no prosperó.
Algunos ejemplos
Playa Blanca no es el único balneario protegido a nivel nacional con esta medida, pues el Parque Tayrona, en Santa Marta, la segunda área protegida con más visitantes en el país, también realiza cierres periódicos para la conservación del ecosistema.
Por ejemplo en el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena y en Caño Cristales, en el Meta, solo permiten observación de la naturaleza. Colombia es uno de los cinco países con mayor diversidad biológica a nivel internacional, se suscribió el convenio de Diversidad Biológica a través de la Ley 165 de 1994, para conformar y consolidar un Sistema Nacional de Áreas Protegidas -SINAP. Para este año se trazó como meta, declarar 2 millones 500 mil nuevas hectáreas de áreas protegidas.
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