Las alarmas de emergencia se encendieron hace seis meses tras conocerse que el Salto del Cabrón, una roca de gran tonelaje que está en las alturas del cerro de La Popa y que está fracturada, tenía altas probabilidades de desplomarse.
Pero también han pasado seis meses en que artesanos, vendedores de refrescos, taxistas y hasta guías de turismo han dejado de ganarse el pan de cada día porque el Distrito, al considerar que había altos niveles de riesgo, restringió el ascenso de vehículos y visitantes al Convento de La Popa, que está construido sobre el Salto del Cabrón.
Desde entonces, la plaza del convento pasó de tener 43 vendedores a seis. A lo largo de todos estos meses algunos comerciantes quebraron, mientras que otros se trasladaron hasta el Centro Histórico para establecerse como vendedores ambulantes.
Además de los vendedores, los feligreses y turistas que tenían como paso obligado el Convento de La Popa no pudieron conocer este atractivo cartagenero y más en la pasada Semana Santa, en la que se recortó significativamente la agenda religiosa.
Prorrogan restricción
El Consejo Distrital de Riesgo autorizó ayer prorrogar por seis meses el Decreto 0455 del 21 de marzo de 2017 que declara la calamidad pública en la ciudad con el propósito de atender la emergencia en el Salto del Cabrón.
En esta oportunidad, la medida levanta algunas restricciones que se tomaron en ese momento teniendo en cuenta unas recomendaciones preliminares que hicieron algunas entidades del gobierno distrital.
Desde el próximo viernes se permitirá el acceso al cerro, pero bajo estricto control. Solo podrán ingresar al convento grupos máximo de 50 personas, y se hará un control estricto de parte de la Alcaldía Local 1 en la boletería, para verificar que la medida preventiva se cumpla.
Las medidas
- Ni los visitantes ni las personas que habitan en ese lugar podrán transitar por la terraza que está sobre el Salto del Cabrón.
- Se permitirá el tránsito de vehículos livianos. Podrán llegar hasta el parqueadero del convento.
- La zona de la terraza no debe tener ningún peso, por eso también se recomendó a la comunidad religiosa que habita en el convento retirar todos los enseres, muebles y cualquier elemento que pueda representar carga.
- Se permitirá el acceso de los feligreses a la capilla, pero solo el cupo de sillas que tiene la iglesia, ninguna persona podrá estar de pie en la eucaristía, para evitar aglomeraciones y una sobrecarga en la zona.
Estudios listos
Guilliam Barbosa Miranda, ingeniero civil, magister en geotécnia, docente del departamento de geotécnia y materiales de la facultad de ingeniería de la Universidad de Cartagena y coordinador técnico del convenio de los estudios del cerro de La Popa, explicó que después de varios meses de estudios tienen un diagnóstico de tratamientos para el Salto del Cabrón.
“Ya tenemos un diseño conceptual. Como solución analizamos unos sistemas de terrazas conformados por pantallas pilotes en la parte inferior de las calizas para protegerlas y evacuar el agua que cae directamente hacia la parte del Salto del Cabrón.
“También se está pensando en un sistema de anclaje del material calcario que está triturado, con un tratamiento de los drenajes naturales con sistemas de disipadores con gaviones para efectos de controlar el agua que se filtra por esta piedra. Además, hay que hacer una protección de los taludes con cobertura vegetal y en la parte baja hacer una trampa de sedimento”, explicó Barbosa.
Comentarios ()