“Me está llegando muchísimo camarón de Venezuela, de las marismas del Mohan, en el lago de Maracaibo, a unos precios muy bajos; por tanto el precio del camarón (producido en la Costa Caribe) tiene que bajar”.
Eso contaron expendedores de camarón en el mercado de Bazurto a empresas productoras de la región. La denuncia la hizo a El Universal Fernando Rey, director de investigación y desarrollo de Aquarena & Cia, empresa dedicada a la producción de larvas de camarón en Córdoba.
Indicó que la situación habría comenzado a desencadenarse en enero. “Empresas productoras de camarón de la Costa Caribe tuvieron el primer campanazo de alerta a raíz de una baja de precios en el mercado local, mercado al que ellos proveen de camarón listo para el consumo”.
El biólogo marino especialista en acuicultura advirtió que el camarón de contrabando está contaminado por metales pesados.
“Las marismas en las zonas de procedencia del camarón están en inmediaciones del Lago de Maracaibo, reconocido mundialmente porque sus aguas están contaminadas con metales pesados (Cadmio, Selenio y Mercurio) procedentes de la industria petrolera. Estos metales no son biodegradables, se acumulan en toda la cadena trófica, por lo que el consumidor final, que es el hombre, los acumula; eso produce daños en varios sistemas del organismo”.
Pésimas condiciones de higiene
Rey señaló que una vez “los camarones son capturados con atarraya por indígenas residentes en la Guajira venezolana”, son manipulados y transportados a Colombia sin cumplir con las medidas sanitarias ni la cadena de frío. Entran por Maicao, pasan a Santa Marta y de ahí a Barranquilla y Cartagena.
“La Guajira es una zona sin Dios ni ley, todos lo sabemos. Comunica no solo con la carretera negra de asfalto que une a Maicao, Riohacha y Maracaibo, sino con cientos de trochas que hay por todo ese desierto y por ahí es por donde entra el camarón a Colombia.
Desafortunadamente ingresa descabezado y empacado en cajas, y apenas coge carretera (en Maicao) llega a Santa Marta de noche, se confunde con cualquier producto colombiano y es muy fácil para ellos decir que ese camarón viene de una planta local, cualquier argumento mentiroso, o entregar un billete y seguir su camino”.
Añadió que el camarón que burla o soborna los puestos de control de la Policía va “aparentemente congelado. Pero un camarón apenas se extrae del medio natural empieza a descomponerse y este es transportado en vehículos donde priman unas temperaturas muy altas, no hay hielo; no cumplen las normas sanitarias exigidas por el Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) ni los requisitos de ley establecidos por la Aunap (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca) para la comercialización y el transporte de productos pesqueros en nuestro país”.
No hay denuncias
El Universal elevó la denuncia de Rey a la Policía Fiscal y Aduanera de Cartagena, que informó que hasta el momento no se ha presentado ninguna aprehensión por contrabando de camarones en Bolívar, y que estaría atenta a la situación.
Adriana Meza, directora del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), dijo que “a la fecha, en Cartagena, en el Programa de Vigilancia y Control de Alimentos, no hemos recibido ninguna denuncia sobre camarón de contrabando proveniente de Venezuela. Una vez recibamos la notificación por las autoridades competentes, Policía Nacional, iniciaríamos el decomiso y posterior incineración del producto, en caso de estar contaminado y no cumplir con los requisitos”.
Añadió que “la Policía es la encargada de los decomisos y nos deberá dar el reporte una vez tenga conocimiento de ello”.
En el mercado
Rey sostuvo que cada semana ingresa a la Costa Caribe un promedio de 35 toneladas de camarón.
En comparación con el precio de venta de las empresas productoras de la región, el camarón de contrabando es, por lo menos, un 30 % más barato.
Verena Fuentes, gerente de Acuacultivos El Guájaro, empresa que tiene tres fincas de producción de camarón en el Atlántico (dos en Sabanalarga y otra en Luruaco), precisó que “el precio de venta normal del camarón en el mercado local es cercano a $1.000 por gramo. Es decir un camarón de 10 gramos vale $10.000, el de 14 gramos, $14.000, y así. El camarón venezolano lo venden dividido solo en dos tallas: S menor de 10 gramos y M mayor de 10 gramos. La talla S varía entre $7.500 y $8.500 y la M está alrededor de $9.500. Pero cuando tiene problemas de calidad (más severos de lo normal) pueden darlo muy barato. Pueden bajar $1.000”.
Sostuvo que la afectación por el ingreso de camarón de contrabando “es una realidad para todos los productores. Hay que bajar el precio y hay dificultades para comercializar”.
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