Con enojo recibieron los habitantes de los asentamientos Marlinda y Villa Gloria, que están a una orilla de la Ciénaga de la Virgen y en cercanías al sector de bajamar de La Boquilla, la decisión del Consejo de Estado que ordenó al Distrito reubicar a más de 500 familias que viven en estos sectores y que ponen en riesgo este ecosistema. (Lea aquí: 500 familias de Cartagena tendrán vivienda digna)
Soledad Caballero Pacheco, representante legal del Consejo Comunitario de Marlinda, le explicó a este medio que el descontento surge porque las acciones legales con las que solicitaron la reubicación fueron hechas por personas ajenas a estas comunidades.
“La gente no se quiere ir de su tierra, por lo que no están de acuerdo con el fallo. Las acciones legales las interpusieron los señores David Sandoval y Rafael Vergara, quienes no viven ni en Marlinda ni en Villa Gloria, por lo que no conocen cuáles son nuestras necesidades.
“Aquí hay 700 familias que no le hacen daño al ecosistema, que subsisten por la pesca artesanal y que llevan muchos años viviendo aquí. Este es un territorio ya constituido, que tiene un colegio, en el que llega el servicio de agua potable y que hasta paga predial”, dijo Caballero Pacheco.
“Tenemos todo el derecho”
Por su parte, el abogado ambientalista Rafael Vergara, le explicó a El Universal que por estas comunidades estar en el sector de bajamar, que pertenece a la Nación, cualquier colombiano tiene el derecho a proceder legalmente.
“Por la inacción del Estado y la incapacidad para proteger los bienes de uso público hay sectores de la población que se han tomado la ley por sus manos.
“La zona en la que están ubicadas Marlinda y Villa Gloria es de bajamar, que es de la Nación y por ende de todos los colombianos y eso lo establece la Ley 70.
“Esa no es la discusión de fondo, sino que ellos están en una zona de altísimo riesgo y eso está probado en el juicio, que se desarrolló primero en el Tribunal de Bolívar y luego fue en apelación al Consejo de Estado, que determinó que es una zona de alto riesgo. Aquí lo importante es proteger al ecosistema, teniendo en cuenta que esta es una zona de manglares”, dijo Vergara.
Cabe resaltar que tras el fallo el Distrito tiene cuatro años y medio para reubicar a los habitantes de estos asentamientos en viviendas dignas, que estén a menos de 2 kilómetro del mar, ya que no quieren perjudicar a los nativos con sus actividades de pesca. Además, la Alcaldía deberá hacer una recuperación integral del manglar.
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