¿Cuál fue la última inversión que hizo la Alcaldía de Cartagena en Barú?, es la pregunta que pone a pensar a varios líderes baruleros sentados en el patio de la Casa de Cultura de ese corregimiento. Después de un par de minutos tienen la respuesta, “ah, sí, el centro de salud, que comenzaron a reconstruirlo en el 2015 y que todavía no nos entregan”, dice entre risas y preocupación Dioris Pacheco, presidente del Consejo Comunitario.
Y es que en Barú toca ahorrar para estar preparados en caso de accidentes inesperados o de una enfermedad que requiera salir corriendo a buscar servicio médico. Y lo de “salir corriendo” es en serio. En caso de una emergencia deben ir a Santana o Cartagena para que los atiendan.
Si por ejemplo un habitante de la población se enferma de gravedad a media noche, debe tener $600 mil para pagar la lancha rápida que lo lleve hasta Cartagena, o mínimo $400 mil para que pueda hacer el mismo viaje pero en carro, y eso sí, rogar que el vehículo no se quede ‘anclado’ en Playetas.
“Lo he repetido y nunca me canso, aquí perdimos el derecho a enfermarnos, no podemos. Solamente para irte a vacunar en Santana, tienes que tener por lo menos $30 mil, para la moto de ida y de regreso, y si vas con tu hijo a eso le sumas el riesgo al que expones al niño. Por eso es que hay bastantes muchachitos sin sus vacunas al día, porque las mamás o no tienen plata o prefieren no exponerlos a ese peligro”, dice Ivon Vargas, otra habitante del corregimiento.
En abril del 2015 se demolió el antiguo puesto de salud, y en un año debían tener listo su moderno y equipado centro asistencial, que se construiría con parte del crédito de 250 mil millones de pesos que pidió la administración de Dionisio Vélez Trujillo; aún están esperando en Barú.
Este año se retomó la construcción del centro de salud, y mientras la comunidad espera que esta vez sí lo terminen, debe pagar $20 mil a un médico particular, el único en Barú, para que los atienda de lunes a viernes, porque el fin de semana el galeno se va, y los baruleros comienzan a rogar para que no ocurra ninguna tragedia.
“Ya hemos puesto demasiados muertos en ese camino buscando atención médica, y no queremos seguir en esto”, dicen.
Acostumbrados al abandono
¿Cuándo fue la última vez que el Distrito estuvo en Barú?, otra pregunta con una respuesta para pensar. “Era un evento de la Armada, ellos siempre organizan brigadas de atención y recreación, pero esa vez vinieron con unos funcionarios de la Alcaldía. Eso sí, se tomaron la foto y cuando volteamos a ver ya no estaban, pagaron el pasaje en una lancha y se fueron”, contaron miembros del Consejo Comunitario.
La situación no les sorprendió. Están acostumbrados a esas “intervenciones integrales” que solo duran dos horas y que lo más importante que dejan es un comunicado de prensa con bonitas fotos en las que al fondo se ve el mar.
“Siempre hemos estado abandonados por el Estado. La mayoría de lo que tenemos hoy, la alberca con agua para los pobladores, la cancha y el único parque fueron gracias a acuerdos logrados en consultas previas, nada por parte del Distrito, y lo que ha prometido no lo ha cumplido totalmente”, manifestaron los líderes de Barú.
Otros puntos
*La comunidad rescató la alberca gracias a recursos de una consulta previa. Ahora tienen un proyecto autosostenible que les permite abastecerse de agua a $800 el galón.
*Sobre el servicio de Electricaribe, dicen que cada vez que llueve se va la luz. Destacan que el servicio de mantenimiento es muy eficiente y en cuanto reciben la queja de la comunidad, los operarios hacen las reparaciones.
*Les preocupa el aumento de la venta y consumo de drogas en la población, piden acciones contundentes de las autoridades.
*Esperan construir más espacios de recreación y deporte para la comunidad. Solo tienen una cancha y un parque, también resultado de las consultas previas.
*Lo pactado en las consultas previas con el Distrito ha quedado en nada. Siguen esperando las 25 becas prometidas desde que hicieron el puente que une a la isla con Pasacaballos.
*Creen que en Barú debió hacerse un censo de venezolanos, dicen que son muchos los que han llegado y que su mano de obra barata podría desplazar a la de la comunidad.
*Le han pedido en varias ocasiones al Dadis que intervenga para que las EPS se desplacen hasta la población a atender a sus afiliados.
*Aseguran que el único servicio que se presta al 100 % es el del gas.
*Aplauden el avance en la construcción del pedraplén en Playetas.
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