La encuesta de percepción ciudadana de Cartagena Cómo Vamos revela que el ánimo de los residentes en el Corralito de Piedra no pasa por un buen momento.
El optimismo de los cartageneros por su ciudad bajó 13 puntos porcentuales, llegando a 21%. Es la percepción más pesimista evidenciada en la ciudad en los últimos 12 años.
Se pasó de tener un pico en el 2008 de 61% de personas optimistas respecto al futuro de la ciudad a un 21% en 2017.
A la pregunta, ¿piensa que las cosas en la ciudad van por buen camino? el 79% respondió que no. El porcentaje de cartageneros pesimistas ha ido en un aumento gradual desde el 2015. En ese año el 55% expresó estar desanimado, en el 2016, la cifra ascendió a 66% y en este 2017 se disparó.
Los residentes menos optimistas son los de la Localidad 3 o Industrial y Turística y los que más conservan las esperanza son los de la Localidad 1 o Histórica y del Caribe.
En comparación con otras ciudades de la Red Cómo Vamos, Cartagena está muy por debajo de Medellín y Pereira, donde el optimismo de sus habitantes supera el 60%. La red está conformada por 14 ciudades capitales; todas aún no han revelado los resultados de las encuestas; una vez lo hagan se podrá hacer mejor el comparativo y ver en qué puesto quedó Cartagena frente a esta percepción.
Consecuente con el desánimo, la cifra de cartageneros insatisfechos con la ciudad como un lugar para vivir aumentó. En el 2015, el porcentaje era de 12%; en 2016, de 18%, y en este 2017 subió a 21%. Los residentes de la Localidad Histórica y del Caribe, dónde se sitúan barrios como Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, El Cabrero, Centro y Manga, entre otros, siguen siendo los más satisfechos. El 58% de las personas que viven allí respondió positivamente; mientras que los de la Localidad Virgen y Turística son los menos satisfechos.
En términos generales, el 2017 muestra una ciudadanía cartagenera más desesperanzada, con porcentajes de insatisfacción con su ciudad mayor a los registrados en años anteriores. La disminución del orgullo por la ciudad podría explicar una ciudadanía menos tolerante con su entorno y con sus conciudadanos.
Los jóvenes son quienes están menos satisfechos con la ciudad como un lugar para vivir, lo que resulta preocupante porque puede implicar a futuro una potencial fuga de talentos.
Solo en dos años el pesimismo de los cartageneros aumentó considerablemente más de 20 puntos.
Todo está muy relacionado a la falta de confianza en la institucionalidad; las bajas calificaciones de alcaldes y concejales afectaron la esperanza de los cartageneros frente a su ciudad. La incredulidad en las instituciones se ve en que el registro de confianza y buena gestión del exalcalde Manuel Vicente Duque es más bajo que los últimos seis alcaldes que ha evaluado Cartagena Cómo Vamos. “Nunca se había visto una calificación de gestión y confianza tan bajita”, expresó María Claudia Peñas Peñas, directora de la Red en Cartagena.
La encuesta también reveló que el escepticismo en las instituciones se ha ido desplazando a las empresas de servicios públicos; La gente calificó muy duro a las empresas de aseo y recolección de basuras, lo que resulta coherente con el tema de ambiente, que también salió muy mal librado.
La encuesta realizada por Ipsos Napoleón Franco, a petición de Cartagena Cómo Vamos, se efectuó a 1.012 residentes del 14 de octubre al 7 de noviembre y del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2017; durante las Fiestas de Independencia no se encuestó a ninguna persona.
POCOS ORGULLOSOS
Con un optimismo tan bajo, el orgullo que los cartageneros sienten por su ciudad también cayó; sólo el 50% de los residentes lo mantiene. En este punto pasa igual que en el de optimismo, la percepción de los que no se sienten orgullosos ha aumentado en los últimos tres años. En 2015, apenas un 5% respondió no sentirse orgulloso, pero en 2016 el porcentaje se elevó al 21% y en este 2017 se situó en 23%.
Nuevamente, Cartagena queda mal parada frente a Medellín y Pereira, donde el 70% respondió que sí siente orgulloso.
Entre las principales razones que pueden explicar la falta de orgullo de los cartageneros está que la gente no se siente segura en sus barrios, está insatisfecha con las actividades culturales, se siente inconforme con los basureros satélites, con la contaminación del agua, con el estado de los andenes, con el uso del espacio público, con la contaminación visual en las calles, con los servicios públicos, y con la gestión del alcalde y los concejales.
TEMAS PRIORITARIOS
Para que el clima general de la ciudad mejore, los cartageneros ampliaron el abanico de temas que deben ser prioritarios para la Administración. En la lista siguen punteando salud, empleo y educación; sin embargo entran a ser claves la seguridad ciudadana, la pobreza y vulnerabilidad, la vivienda, el medio ambiente, servicios públicos, recreación y deporte, cultura y comportamiento, espacio público, gestión pública y cultura.
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