“Pañitos de agua tibia”. Así se catalogan las jornadas e iniciativas temporales organizadas en los últimos dos meses por parte de la Administración Distrital para recuperar la zona del mercado de Bazurto. Poco o nada han valido las acciones para lograr una transformación permanente del área.
La falta de control y seguimiento de las autoridades, y la escasa cultura ciudadana de vendedores y compradores, mantiene al mercado de Bazurto en desorden, lo que genera problemas de movilidad y falta de espacios públicos libres.
La última jornada se cumplió hace 25 días (17 al 19 de septiembre) y en ella se realizó una completa labor de aseo, desratización y recuperación del espacio público en Bazurto, para lo que se dispusieron 3 días de cierre del mercado, pero hoy la zona se ve igual que antes, sucia, maloliente e invadida.
Días perdidos
Con el Decreto 1156 de 2013, la Alcaldía Mayor ordenó el cierre del mercado durante los días 17, 18 y 19 de septiembre como una medida de compromiso para cumplir la sentencia que ordenó el traslado del mercado. Durante los tres días se hizo “saneamiento de la Ciénaga de Las Quintas, recuperación del equilibrio ambiental y sanitario en la plaza de mercado”.
Pasada la jornada, José Rafael Guerrero, juez 12 administrativo, encargado del seguimiento al cumplimiento de la sentencia de traslado afirmó que “el traslado del mercado no avanza ni en un 10%”. Después de 25 días de esa afirmación, la recuperación parece no haber comenzado.
A pesar del objetivo de la jornada, y que unas horas después el mercado se veía en mejores condiciones, solo bastaron dos días para que volviera a la “normalidad”, resultado de la falta de control de las autoridades y de la escasa autorregulación de los vendedores de la zona. El mercado sigue sucio y los espacios públicos que estaban en teoría “recuperados”, siguen invadidos.
Vallas de adorno
La Avenida del Lago sigue convertida en un caos vehicular. Las 300 vallas instaladas el pasado 22 de agosto, no fueron suficientes para recuperar el espacio y la movilidad.
La “Instalación de vallas que devuelven la movilidad”, terminaron convertidas en mesas, soportes y adornos para los vendedores que nuevamente se instalan en la vía y para los carros que siguen parqueando para comprar en el sitio.
Durante la puesta en marcha de la medida, los vendedores de la zona protestaron, pidieron soluciones, mientras que las diferentes dependencias del Distrito, Espacio Público, DATT y Alcaldía Local 1, afirmaban que la medida se mantendría a pesar de todo, y que la vigilancia sería “24 horas, 7 días a la semana”.
El control se mantuvo un par de días, y fue disminuyendo la presencia de las autoridades hasta volverse invisibles, lo que los vendedores aprovecharon para retornar a sus “sitios” y devolver el caos a la movilidad de la vía.
¿Se podrá recuperar?
Lo que ocurre en el mercado de Bazurto (en las avenidas Pedro de Heredia y en la del Lago), demuestra que los operativos momentáneos o las medidas sin control permanente no serán suficientes para la recuperación de esta zona de la ciudad.
La movilidad, el equilibrio ambiental y el espacio público son los grandes perdedores de los procesos sin seguimiento y de la falta de cultura ciudadana de algunos cartageneros que insisten en ensuciar, invadir y en parquear en zonas prohibidas.
A respetar las reglas
Danilo Contreras, asesor para el traslado del mercado de Bazurto, explicó que lo ideal para solucionar este problema es diseñar una estrategia más integral desde el manejo y recolección de residuos sólidos, hasta la movilidad y espacio público.
“Hay sobretodo que propiciar la cultura de la autorregulación, y recordarle a la ciudadanía las reglas mínimas de convivencia. Sin el compromiso de los cartageneros, no se puede solucionar la problemática que afecta a la plaza de mercado en Bazurto”, afirmó Contreras.
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