En las últimas semanas las posibilidades de que diez casas del sector El Progreso, en el barrio San Pedro Mártir, se derrumben han aumentado con las continuas lluvias.
Las casas en cuestión están sobre una loma, que desde hace dos años, aproximadamente, se ha venido desmoronando con las nuevas construcciones que se han levantado en la parte posterior, para lo cual se ha ido socavando la tierra.
Los temores de los propietarios de las casas en riesgo han crecido con los aguaceros, pues algunos fragmentos de tierra se han desprendido; y las paredes, en las partes traseras de las viviendas, muestran grietas profundas que los dueños resanan con cemento, pero nuevamente aparecen.
Dos de las casas más afectadas están en la carrera 68A. En una de ellas, que está en un segundo piso, reside la ama de casa Lisbeth Castro Díaz con su familia.
Estas personas cuentan que, hace dos años, cuando comenzaron las nuevas construcciones, las grietas eran pequeñas y se veían solo en los cuartos que miran hacia el vacío de la loma, pero con las lluvias de este año han ido apareciendo en las paredes de los pasillos y en los aposentos delanteros.
“Lo que creo --dice Lisbeth Castro-- es que los propietarios de abajo empezaron a construir sin tener los recursos suficientes para hacer unos buenos muros y unos cimientos sólidos, pero ahora los que estamos sufriendo somos quienes construimos primero, cuando la loma no estaba tan poblada”.
En la vivienda de Yorvin Buelvas Arias, un mototaxista que convive con una parentela de seis personas, las rajas son más pronunciadas que en la casa de Lisbeth Castro, y se localizan en el baño y en la pared del pasillo que conduce hacia la recamara de sus hijos.
Pero es en esta última en donde está la grieta más dramática, pues la pared se está desprendiendo de una de las vigas principales de la casa. “Dios no lo quiera --afirma Buelvas--, un día de estos se cae la pared y el cuarto completo con todo y niños”.
El gestor comunitario de esa zona, Eduardo Ferrer Luna, instauró una acción de tutela en contra del Distrito y en aras de que a la loma se le construya un muro de contención, se reparen las casas averiadas o las familias sean reubicadas.
El despacho donde se interpuso el recurso ordenó al Distrito visitar la zona para verificar el estado de la misma y, con base en ello, elaborar un informe sobre las posibles las soluciones a emprender.
La visita, según los moradores, se cumplió el pasado 26 de julio, pero los funcionarios de la Oficina de Gestión del Riesgo y Secretaría de Infraestructura del Distrito no llegaron al sitio exacto de la emergencia, sino una calle antes. “Por eso -- informó Ferrer Luna-- acabo de enviar una derecho de petición a la Alcaldía para que se repita la verificación”.
Al respecto, la directora de Gestión del Riesgo, Laura Mendoza, anunció que reprogramará la inspección en conjunto con la Secretaría de Infraestructura y la Alcaldía Local 3.
Los afectados trajeron a colación que no es esta la primera vez que a El Progreso lo visitan funcionarios del Distrito, quienes siempre anuncian que pronto se construirá el muro y se repararán las casas rajadas.
Cabe recordar que en la parte posterior de la loma está el barrio Villa Carmen, cuyos habitantes temen que cuando se presente un alud de grandes proporciones, 50 de sus casas queden sepultadas.
Asimismo, señalaron que cuando empezaron los primeros deslizamientos, los líderes comunales hablaron con los de El Progreso para que no siguieran construyendo viviendas en la loma, pero lo siguieron haciendo.
Como nota agregada, la calle principal de El Progreso, una pendiente llena de malezas y piedras, no está pavimentada, condición que, según los moradores, facilita el que la loma no tenga un buen sostenimiento.
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