Unificar periodos


En términos de planificación y desarrollo, unificar los periodos no es una mala idea. Esto puede contribuir a sintonizar, sincronizar y ajustar las políticas públicas con resultados óptimos de gestión en todas las localidades de Colombia. Sin embargo, igualar los periodos de alcaldes y gobernadores con el del presidente tiene muchos peros, y el más contundente, los ciudadanos elegimos a estos gobernantes por cuatro años y nadie puede cambiar la voluntad del elector primario, ni siquiera el congreso.

¿Cómo se unificarían? No se pueden ampliar los periodos de los gobernantes regionales, ni tampoco se puede ampliar el mandato presidencial. La constitución y las normas así lo establecen. En caso que se pudieran unificar, siempre va a existir el mismo inconveniente de planificación, por presupuestos aprobados en vigencias anteriores y posteriores.

La salida más sana para la democracia y que no se fracturen los liderazgos regionales, es que el presidente, a través de un acto legislativo, postergue las elecciones del próximo año, donde se van a elegir, alcaldes, gobernadores, concejales, diputados  y ediles.  Haga encargos en todas las alcaldías y gobernaciones para terminar el periodo presidencial. O en su defecto ampliar el periodo del presidente. Estas son las dos únicas posibilidades de que se puedan igualar los mandatos constitucionales. Sino, dejemos las cosas como están. -Ambos casos son riesgosos, pueden desestabilizar  al país-

Colombia actúa con vigencia fiscal anualizada, es decir los presupuestos se cierran el 31 de diciembre. Los alcaldes   y gobernadores actuales y entrantes ejecutan programas y proyectos que ellos no planificaron, ese lapso sistémico, hace empatar las directrices nacionales con los gobiernos regionales. Pero surge otro inconveniente, el presidente termina su periodo el 7 de agosto y los periodos regionales el 31 de diciembre.

Como también es bien sabido, que el presidente entrante,  cambia todo lo que encuentra. E inclusive algunos alcaldes y gobernadores también lo hacen para dejar su huella. Es una falla de planificación. Es un derroche de dinero para satisfacer el capricho del gobernante de turno. Ejemplos hay muchos a todo lo largo y ancho del país.  ¿Cuánto no se   gastan para hacer estas maniobra inoficiosas? Más parece falta de claridad del significado de administración pública. -Sea quien sea  el que esté gobernando ella sigue siendo la misma- Déjenos las cosas como están y respetemos la constitución que dice, “la elección del presidente no coincide con ninguna otra”.


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