Discurso contra las religiones. Segunda y última parte.


Un punto de inflexión en la historia y el camino equivocado de las religiones lo podemos encontrar en el periodo inquisitorial, y de forma muy particular, en el basamento del catolicismo en el Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas, escrito por los dominicos Kramer y Sprenger; afianzado en la promulgación de la bula Summis desiderantes affectibus, por parte de Inocencio VIII. Asimismo, citamos, la campaña de guerra de los cruzados para preservar los lugares sagrados, propiciadora de una orgía de sangre y muerte.
De igual manera, el sermón de Gregorio el Grande, donde señala como prostituta a María Magdalena, falsea la historia y la somete a un malvado desequilibrio entre los sexos para preservación del poder exclusivamente para hombres. Sabemos que era una alta iniciada, -y además, amada por el Rabí-. Craso error que alteró la naturaleza de nuestro ser, puesto que la mujer es el otro lado de la moneda, y escindida ella de nuestro ser sólo queda imcompletud e imperfección.
Las religiones debieron enseñar al hombre a buscar a Dios, no a prometerle la salvación, esa promesa es una burda mentira, las cosas se ganan, no son gratuitas… El cielo se gana valientemente, con sacrificio y observación de virtudes y valores gratos a los ojos del Padre: solidaridad, piedad, amor, comprensión. El cielo no se gana sin méritos, no es salvo quien profesa una creencia, vale la obra, no la creencia. Por eso los fieles a ciertos grupos más que verdaderos cristianos son hipócritas, se dicen, no lo son. Son sí, sedicentes cristianos.
Las religiones se instituyeron para elevar a las mayorías a una vida espiritual, que las acercara a Dios. Las mayorías, por su misma configuración, siempre serían mayorías, pero si gozaran de la espiritualidad fueran santas legiones cercanas a la luz y al servicio de ella. A la condición mística le asiste su carácter, por consiguiente, siempre serían inmensas minorías. Tal condición requiere de terribles sacrificios, que la mayoría no estaría dispuesta a hacer desde ningún punto de vista.
Místicos e iniciados son osados y por su sorprendente valentía y terribles sacrificios llegan por la vía estrecha a lo más alto del cielo. Las muchedumbres por sus frutos y méritos apenas lo ganan.
Los verdaderos sacerdotes y servidores espirituales son humildes y entregados, sin ánimo de atesoramiento de las riquezas materiales. En esto Erasmo de Rotterdam, en El Enquiridión, es claro y taxativo: “Apóstol, Pastor, Obispo son vocablos de servicio, no de dominio. Papa, Abad son nombres de caridad, no de poder”.
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La Humanidad es un fracaso porque uno de los elementos o pilares sobre los cuales debía soportarse la elevación moral y espiritual de ella era la religión, pero esta sucumbió ante la fuerza del materialismo grosero. Se contaminó igualmente la institucionalidad política. El arte de la política es el que vela por mantener el bienestar de la sociedad. Los líderes políticos: regentes, reyes, presidentes, gobernantes han corroído la estructura de esa institucionalidad con sus vicios de corrupción, mezquindad, engaño y rapiña sin piedad que deja en la orfandad a sus sociedades, y éstas huérfanas de justicia social y equidad se envilecen en el hambre y la miseria.
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A imagen y semejanza. Como se advierte en el Génesis, el hombre es a imagen y semejanza de Dios: su esencia está en el corazón de todos los seres. Si eres digno, en ti permanece y te acercas a Él, si eres indigno se aleja. Te acercan las virtudes, te alejan los vicios y maldades.
Tú eres imagen de Dios, trata de reflejar fielmente esa semejanza asumiendo las virtudes, sus dignidades. A Dios lo nombran los sabios como Dignitas Dei, por estar constituido por unas dignidades que son: Bien, Belleza, Amor, Verdad, Justicia, Misericordia,…
Él es Bien, sé bueno. Él es Amor, sé amoroso. Él es Justicia, sé justo. Él es Misericordia, sé misericordioso. Él es Belleza, sé bello. Él es Verdad, rehúye a la farsa, el engaño y la mentira.
Si ejerces las dignidades de Él te asemejas a Él, te acercas a Él. Si las soslayas, desprecias o ignoras; así también lo haces con Él.
Esa es la verdadera religión: tú eres su templo y tu corazón su altar. Ese es el espacio donde mora Dios de forma natural. No lo busques afuera ni te adscribas a intermediarios. Búscalo dentro de ti.
Si quieres diezmar da al prójimo que necesite de tu ayuda.
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En un análisis e investigación en los mundos superiores, que hizo el médico e iniciado gnóstico José Vicente Arias, se nos reveló la forma en que se percibe a Benedicto XVI y las razones por las cuales renunció y el papel que debe desempeñar el actual papa Francisco. De igual manera, se nos revela la indignación del Sumo Creador con respecto a los traficantes de la fe.
Benedicto XVI fue puesto a prueba por la divinidad, y pasó la prueba. Dios no lo quería en el seno de una religión contaminada, porque es un sabio y tiene muchos méritos ante los ojos del Padre. A través de un ángel, con su más extrema expresión femenina de su dualidad se le comunicó que debía renunciar y prepararse para cumplir un papel importante en la ya conformada ‘Red apocalíptica’. Fue receptivo del mensaje y esa fue la razón de su renuncia como Papa. Él debe irrigar luz y conocimiento a la Humanidad y para eso se está preparando, con mucho ayuno y oración para entrar en escena para su misión. De esta red ya hablaremos en próximos artículos.
Papa Francisco. En cuanto al papa Francisco, la divinidad dispuso que debe ser un gran reformador de la Iglesia. Esa es su misión. Debe ser fiel a los principios de humildad, e implementar de forma radical la guerra contra los vicios de la institución.
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Sobre los pastores que actúan de la forma más abominable contra los pobres que andan en busca de Dios, y actúan en su nombre, este es el mensaje:
Son indignos de Dios, serán castigados sin contemplación y deberán pasar por todos los círculos del Infierno, pero es en el sexto círculo donde más tiempo permanecerán, es el círculo de los herejes. Estarán por seis años terrenales, en el Infierno, en cuarta dimensión; que en años infernales traduce a seiscientos años. Estarán en completa vigilia. Allí el hambre es insaciable. El deseo de orinar es incontrolable, sin poder hacerlo en ningún momento. Y, finalmente, cuando hayan pagado por la gravedad de la que son culpables, les viene la desintegración cuando los tiren al cocito, el hueco último de las mazmorras del Infierno, para ser consumidos por el más terrible fuego. Y dejarán de existir en el Universo.

Este análisis e investigación se complementa con las indagaciones en los mundos superiores realizadas con el médico e iniciado gnóstico José Vicente Arias sobre Benedicto XVI, el actual pontífice de San Pedro y sobre los pastores que trafican con la fe de su rebaño.

Nota:
Dejamos enlaces de las inescrupulosas e indignantes tareas de pastores voraces, y el testimonio de una mujer que conoce las estructuras que conforman para la comisión de sus delitos.

https://www.youtube.com/watch?v=3bnjlL_C5Dc
https://www.youtube.com/watch?v=4xavyTAAhw0
https://www.youtube.com/watch?v=PaQMu3bKSkE


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