Cerro San Cristobal. Santiago de Chile

Santiago de Chile. Una capital modelo


Palacio de la Moneda. Santiago de Chile.

Vista del histórico Palacio de la Moneda. 

Desde el momento en que uno llega al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez se respira un aire de orden y tranquilidad. Los procesos migratorios son rápidos y organizados. A las afueras de este también se percibe la organización. Se ven a las personas esperar pacientes en su fila los transportes públicos que los llevarán a sus destinos. Los buses son modernos y limpios. Las calles no son la excepción: están aseadas y correctamente señalizadas. A esto hay que sumarle las zonas verdes; jardines, arboledas y plazas bien cuidadas adornan diferentes espacios públicos de la ciudad. Y es que Santiago, una de las capitales sudamericanas que más sufrió los ataques y juicios de una dictadura, parece haber tomado lo bueno y desechado lo malo de estos procesos represores. Amplias avenidas como la Libertador General Bernardo O'Higgins o el barrio París-Londres son algunos de sus ejemplos urbanísticos más próximos a los de ciudades europeas como Madrid, Londres o París, donde lo organizado y lo histórico se unen. Una mezcla entre lo antiguo y lo moderno se mistura en una ciudad donde convive el ajetreo empresarial de una metrópolis junto al espíritu artístico de chilenos provenientes de los diferentes rincones del país austral, el más largo del mundo.

EL SAN CRISTÓBAL Y EL SANTA LUCÍA PARA VER LA CIUDAD

Santiago se extiende en un valle, donde dos relieves resaltan sobre cualquier otra cosa en la ciudad. Estos dos son sus cerros: el San Cristóbal y el Santa Lucía; oasis naturales en la urbe de cemento; espacios para respirar aire fresco y ver desde lo alto una ciudad que trabaja constantemente. El cerro San Cristóbal cuenta con un funicular que transporta a los visitantes a un maravilloso mirador protegido por la Inmaculada Concepción, la cual desde la cumbre protege a los santiaguinos. En él se puede visitar el jardín Zoológico nacional, la Capilla del Santuario, la piscina Tupahue y la Casa de la Cultura Anahuac( En el cerro hay un conjunto que forma el Parque Metropolitano de Santiago, con un total de 772 hectáreas que lo convierten en uno de los parque urbanos más extensos del mundo. La parte más alta de este está 863 metros sobre el nivel del mar. El cerro Santa Lucía, por su parte, se caracteriza por ser un bello e imponente paseo urbano, cargado de historia, espacios verdes y monumentos. Desde él se pueden apreciar las vistas hacia la Alameda y hacia la Plaza Pedro de Valdivia. Ahora bien, el Metro (principalmente con sus líneas que cubren el centro de la ciudad) es un gran aliado contra los embotellamientos de tránsito. Si bien, la movilidad vehicular no es la más fluida, tampoco es caótica como el de otras capitales latinoamericanas como Ciudad de México o Bogotá.

UN CENTRO PARA IMITAR

Los centros de las capitales sudamericanas se caracterizan por su desorden, sus malos olores, su incerteza, y, en no pocos casos, por su inseguridad, acentuada esta cuando cae la noche. El centro de Santiago ha logrado articular los mismos ajetreos de vendedores, centros comerciales, bancos, casas de cambios, galerías y demás con la limpieza, la seguridad, el arte (performances, cantantes, bailarines, piezas de teatro, pintores, declamadores, entre otros) y la inclusión.

Centro de Santiago

 

LO ANTIGUO Y LO MODERNO

El golpe de Estado que instauró la dictadura de Augusto Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende en 1973 es hoy en día recordado en recorridos que llevan a los interesados al Palacio de La Moneda (Palacio Presidencial de Chile donde acontecieron atentados militares contra el gobierno de Salvador Allende) y sus alrededores. Impactos de bala en sus estructuras recuerdan el caos de un país que vio salir asesinado (o suicidado) a un líder popular que se enfrentó a la más cruda realidad de su destino. Pero Santiago no es solo historia. En su zona financiera hay predios modernos y monumentales. El Costanera Center, proyecto inmobiliario ubicado en la comuna de Providencia, y que consta de cuatro edificios ubicados en la intersección de Avenida Andrés Bello con Nueva Tajamar (cerca del metro Tobalaba) tiene la Gran Torre Santiago, la cual con sus 300 metros de altura y sus 63 pisos es hasta el momento el rascacielos más alto de Latinoamérica. Por último, vale destacar la articulación de los procesos de incursión social, que han permitido la disminución de la indigencia y de la inseguridad. Si bien el crimen y todas sus formas posibles no son ajenas a la capital austral, no son tampoco su sello característico. Diferentes políticas cívicas han sido fundamentales para que una ciudad sin grandes referentes turísticos ni bellezas naturales, pero con una estructura agradable, sostenible y acogedora se erija como una capital modelo de nuestro continente.

Fotos: Juan Quintero Herrera


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