De periplo por Santander, la tierra de la gesta comunera.


Con un grupo de amigas y amigos nos hemos propuesto  tomar siempre unas vacaciones fuera de nuestro terruño en mitad de año, con la pretensión no solo de hacer un alto en la rutina laboral y de hogar, sino también conocer y aprender cultura e historia del lugar escogido.

Este año estuvimos siete días en tierras santandereanas, y en verdad creo personalmente que lo aprendido  y recordado acerca de la historia y prácticas sociales de esa tierra aguerrida vale la pena comentar.

Primero hay que decir que no fue un paseo con tour diseñado por tal o cual agencia de viajes. Nosotros lo diseñamos día a día en cuanto a recorrido y logística para alojamiento, alimentación. Por tanto toda la experiencia transcurrió de acuerdo al día a día.

Viajamos por vía terrestre, cómodos pero si pudimos apreciar que todavía nuestras carreteras  dejan mucho que desear en cuanto a su amplitud y estado estructural, especialmente en el Magdalena y Cesar. Fueron 12 horas de un largo viaje con cuatro paradas que a momentos sentimos eternas.

Nos agradó mucho lo moderno y cómodo que es la Terminal de Transporte de Bucaramanga y la facilidad para ubicar taxi. Esa Terminal  es bastante grande  en tamaño y tiene servicio de guarda equipaje, ascensor.

Después de ubicarnos en el hotel escogido por web para alojarnos y descansar lo que fue posible por llegar en la madrugada, allí mismo nos ofrecieron  servicio de transporte colectivo cuyo conductor se conocía al detalle la historia del Dpto de Santander en todos sus aspectos. El costo del tour  y la calidad del mismo por el número de personas que éramos, las distancias recorridas, las boletas y almuerzo en PANACHI simplemente sirvió para ratificar que  un asunto clave en los servicios de turismo es atender con calidad y cobrar lo justo. Turista satisfecho lleva más turistas.

Estuvimos en Barichara un pueblo ante el cual hay que hacer venia por su belleza arquitectónica y el extremo cuidado que tienen del espacio público. Cero basuras. Cero contaminación visual en el área comercial. Respeto y orgullo por su historia como patiamarillos. Los conductores de motocarros que hacen tour conocen la historia y ayudan a facilitar el acceso a ciertos sitios históricos. Allí me tomé un café con aguardiente y canela  delicioso.

De Barichara seguimos para Oiba , donde la hospitalidad y generosidad de nuestra anfitriona nos hizo ratificar que habíamos escogido un tour de calidad. Allí establecimos nuestra sede para seguir el viaje y  más rápido que ya tuvimos una camioneta con conductor de la zona que nos transportó  desde la finca hasta el pueblo sin chistar por la hora y a precio de huevo. Mucha amabilidad y trato respetuoso con este combo foráneo a donde fuimos  en ese pueblo pesebre. No lo conseguimos con un operador de turismo. Nos lo recomendaron los cuidadores de la finca.

Desde allí salimos y regresamos hacia Socorro-San Gil y su parque El Gallineral con la  inmensa alegría de encontrarnos en la calle personas que espontáneamente nos sugerían que sitios visitar  y por donde era la ruta, como por ejemplo la funcionaria de la oficina de Turismo de Socorro que nos vio y nos abordó para darnos la bienvenida, hablarnos un poco de la historia de su pueblo. Ese día fue perfecto.

Asumimos el reto de ir hasta Villa de Leyva y Tunja. Lo hicimos en día de semana y conocimos esa ruta que conecta Santander con Boyacá lleno de paisajes  de montaña abrumadores por su belleza. La carretera en gran parte de su tramo está  en muy buen estado.

Villa de Leyva, un pueblo lleno de historia  que además de su belleza arquitectónica  tiene una oferta turística y culinaria muy parecida a Cartagena en cuanto a costos elevados.

En todos esos pueblos que visitamos hay estaciones de transporte u oficinas de las principales empresas de transporte que recorren el Dpto, donde es posible programar salidas y regresar en la noche sin mayor contratiempo. Busetas modernas y camionetas tipo vans son el común en esa zona.

Este viaje conociendo   de cerca y  sin libretos  parte de la tierra santandereana, nos permitió establecer comparativos relacionados con la calidad humana y logística en la prestación del servicio turístico de nuestra ciudad, el cual no puede ni debería   estar supeditado solo a  intereses  económicos de empresarios mezquinos   o  a prácticas excluyentes y abusos  en cuanto a  recibir servicio cualificado sino que por el contrario debería  partir de la premisa: si nuestro servicio tiene las mejores calificaciones por su calidad y satisfacción del cliente ,costos y oferta ;todos pueden acceder en igualdad de condiciones y  serán muchos más los dividendos económicos que el mismo nos dejará. Tendremos un plus  invaluable  y  sostenible en el tiempo.

En Santander tuvimos todo lo  que se espera de unas buenas vacaciones que se organizan para descansar, lo cual hace que cualquier lunar no sea relevante y provoque decir: Oye ve a visitar la tierra santandereana porque te tratan bien,  es económico, lleno de calidad humana y aprenderás con placer la historia de la gesta comunera.

Cartagena, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad puede  y debería  ser el mejor ejemplo de  todo lo anterior y más. Razones de sobra las hay. Que nos hace falta?

 


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