El mundo ha cambiado, y el detestable ranking de países más contaminantes (CO2) está en constante movimiento. Hace 23 años cuando se llevó a cabo la Convención de Cambio Climático (18 años de firmado el Protocolo de Kyoto), Estados Unidos era el principal emisor de gases de efecto invernadero, y China aún no se asomaba peligrosamente.
Hoy en día, y desde el 2007, China ocupa el número uno de la lista, y algunos países en desarrollo se convirtieron en grandes potencias, con una gran población, y con niveles de contaminación más altos. Brasil, India, Indonesia, entre otros, se sumaron a la lista.
Manuel Rodríguez Becerra, Henry Mance, Ximena Barrera y Carolina García, destacan en su reciente libro “Cambio Climático: Lo que está en juego”, que la política ha cambiado y de estos países depende parte del éxito o fracaso de la Cumbre en París: “La presión política global sigue pesando más sobre EE.UU… al tiempo que China es el mayor emisor del mundo, sus emisiones per cá- pita son cerca de la mitad de las de EE.UU. A su vez, India, que es el cuarto país emisor del mundo, sus emisiones per cápita son casi una octava parte de las de EE.UU. Estas diferencias hacen las negociaciones más difíciles, pues al mismo tiempo que estos dos países en desarrollo representan una gran proporción de las emisiones totales, ellos reclaman su derecho a emitir más en términos per cápita, como una cuestión de justicia ambiental global”.
En París, el panorama ilusiona, al menos en un principio. La participación activa de Barack Obama, y el discurso conciliatorio del presidente de China, Xi Jinping, generan esperanzas.
Por su parte Roberto Troya, director de América Latina y el Caribe para WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) cree que "la relación entre Estados Unidos y China es crítica en las negociaciones pero ya no tiene el poder de hacerlas fracasar. Los dos países trabajaron de la mano el año pasado para suavizar muchos de los temas que tradicionalmente los separaban, incluyendo el tema de transparencia".
Troya agrega desde París que "en estas negociaciones aún hay desacuerdos y diferentes posiciones, en gran parte, debido a que China y Estados Unidos son parte de grandes bloques de negociación. En general, los dos países han impulsado las negociaciones recientemente. Ahora, el tema clave es que los dos mayores emisores del mundo trabajen en sus respectivas coaliciones para garantizar que el resultado final de París pueda aumentar su ambición durante el tiempo".
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